Hace unos meses (en Agosto del año pasado), Twitter anunció unos cambios
considerables sobre su API, dirigida a aplicaciones de terceros. Ese
cambio consistia en limitar el número de usuarios “disponibles” para las aplicaciones externas, como pudieran ser TweetDeck o Plume, por ejemplo.
Falcon Pro, las consecuencias del trabajo bien hecho:
Bien, como dice el título, le ha llegado el turno a Falcon Pro de sufrir en sus propias carnes esta imposición, cosa que da mucho que pensar y hablar. Por una parte, hay que recordar que ha sido en gran parte gracias a esas aplicaciones de terceros que Twitter es lo que es, y eso es algo innegable; en móviles la oferta es tremenda y hay donde elegir, con aplicaciones mucho mejores que la oficial. En cuanto a escritorio, fue TweetDeck la que hizo de Twitter una red social diferente, sin depender del navegador. Curiosamente ha sido adquirida por Twitter.
Por otro lado tenemos el hecho de que, aún siendo “tu” competencia, no tiene mucho sentido limitar de esta manera el uso de esas aplicaciones que te han hecho famoso, por mucho que te interese que usen tu aplicación. Si la gente prefiere otras (incluso pagar por ellas), por algo será.
Resumiendo las condiciones de cómo se aplica esta restricción, su funcionamiento no es otro que a usuario registrado, ”Token” usado; cuando algún usuario elimina/desvincula su cuenta de esa app, se libera un “Token” para que otro usuario pueda usarlo. Básicamente es así.
Este hecho no es muy comentado, y parece ser que no se ha dado en demasiadas aplicaciones, tal vez por ese gran número de posibilidades que hay, pero creo que el caso de Falcon Pro es un poco especial. Muchas aplicaciones buenas como Plume o TweetCaster llevan mucho tiempo en Google Play y parece que no han tenido este problema, pero Falcon Pro lleva tan solo unos meses y ya ha llegado a su límite. Las razones: una aplicación realmente buena.
Las consecuencias: que si por lo que sea desinstalas la app de tu dispositivo porque lo vas a restaurar, puede que cuando vuelvas a instalarlo no puedas autentificar tu cuenta; aunque hayas pagado. Por no hablar de los que la compren y ni puedan acceder.
Una app de Twitter que merece mucho la pena pagar por ella, que tiene un trabajo excelente, con un soporte maravilloso (actualizaciones constantes con mejoras muy interesantes), para que luego, por culpa de otros no pueda ser usada. Este punto es el que me cabrea, y mucho. Nos quejamos de que hay miles de aplicaciones que no sirven para nada, muchas de ellas malas a rabiar, y cuando alguna destaca por encima del resto, resulta que no podemos disfrutarla. ¿Sentido? Ninguno.
Ninguno para mi, para Twitter puede que sí tenga, y me parece muy bien que prefieras que la gente use tu aplicación antes que otra, pero en este caso no estamos hablando de que se vayan a la competencia a dejarse el dinero, es que es como si ahora en Android (o iOS, que el problema es el mismo) no pudiéramos usar un navegador que no fuera el stock. Además, como he dicho, si la gente usa otras, por algo será.
Petición para aumentar el límite de usuarios:
Desde la cuenta de Twitter de su creador, Joaquim Vergès, hay un link a una petición creada para que Falcon Pro pueda seguir dando servicio a más gente, y que estáis todos invitados a firmarla, ya que me parece muy mal esto que está pasando.
Yo desde que compré la aplicación estoy encantado, se nota que ha sido hecha con ganas, con intención de destacar sobre las demás y no ser una del montón. Por poner un ejemplo, cuando Google lanzó su nueva API para poder integrar vídeo de Youtube en aplicaciones de terceros, Falcon Pro me atrevería a decir que si no fue la primera, poco le faltó para serlo, en implementarlo casi a las pocas horas de ser lanzada. Google+, por ejemplo, aún no la ha integrado; con eso lo digo todo.
Es realmente vergonzoso que pasen estas cosas, y así no hacen más que “limitar” las cosas bien hechas, algo muy malo para todos. ¿Qué pensáis sobre este tema? ¿Os parece que lo está haciendo bien Twitter al intentar que usemos su aplicación, o os parece que es un error?
Vía: El Androide Libre